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miércoles, 6 de marzo de 2013

Luminate


Luminate es una de esas cosas lindas que suceden por acá una vez al año.

Hace 6  o 7 años que se hace y ha ido evolucionando desde entonces.

La fecha no es elegida al azar. En la antigüedad las comunidades Celtas se juntaban entre el solsticio de verano y el equinoccio de otoño para compartir y celebrar Lugnasadgh, un festival para darle gracias a la madre tierra por su naturaleza y abundancia.

Uno de los objetivos del festival es mostrar formas alternativas de vivir, de una manera armoniosa con la naturaleza y los demás, y que es conciente de los recursos finitos del planeta.



No se vendía, ni permitía el ingreso de alcohol al festival. Toda la comida que se vendía era orgánica. Los deshechos biodegradables iban a parar a la zona de compost comunitario y luego serían desperdigados por el bosque. Cada una de las construcciones y decoraciones fueron realizadas con materiales naturales o rehusados. Las duchas funcionaban a energía  solar o calentadas por un fuego que había que avivar antes de entrar. Dispersos por el terreno funcionaban los baños composteros, que eran limpiados diariamente por los voluntarios. Hay que añadir que este festival no hubiera sido posible sin la ayuda de todos ellos.



 
El terreno estaba dividido en distintas zonas. Estaba la zona de acampada, donde la gente dormía, la “village” o pueblito, donde estaban los puestos de comida y artesanías, además de un escenario donde cualquiera podía subirse a tocar mientras no fueran covers.

Luego tenías la Zona de Sanación “Hauora”, donde se proporcionaban masajes, reiki y otras terapias alternativas al que quisiera, vendían piedras y se daban talleres de yoga, chakras , meditación, entre otros. Pasando esa zona encontrabas la Zona Chill Out, donde podías ir a relajarte en los colchones o sillones y escuchar música mientras tomabas un chai  o chocolate caliente.
 
 Al lado de la Chill Out habían dos carpas más donde se daban talleres sobre diversos temas: Permacultura, biodinámica, fermentación de alimentos, calendario maya, danza, instrumentos, son algunos de los ejemplos.

 Para los más pequeños y no tan pequeños, estaba la zona de juegos, donde se podía participar de un taller de malabares, acrobacias, uniciclo, poi o telas, mientras escuchabas lo que estaba sonando en el escenario principal.  Si querías trasnochar la Zona de Electrónica era tu lugar.










 
Una de nuestras zonas favoritas fue la tribal. Ya sea ir a mirar a la gente bailando alrededor del fuego al son de los tambores o uniéndonos al grupo y tocando un poco. Era muy lindo ver como el fuego y la música nos unía a todos.

El lugar y la gente transmitían una energía especial. Era una especie de mundo aparte, donde todo el mundo sonreía, abrazaba, bailaba, cantaba y festejaba la libertad que ese lugar irradiaba.

















   


Ojalá Luminate fuera todos los días...




3 comentarios:

  1. Hermosa experiencia que bueno que la puedan compartir con nosotros

    Besos

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  2. Que divinas las fotos Sofi!,sos una genia!
    Los queremos mucho!
    Los 4.

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  3. Que buena idea la del blog así nos hacen participe de lo que están viviendo. Que buenas las fotos cada día más lindas esos lugares son maravillosos.
    Les mando un besote enorme de los cuatro!( Agus sigue pensando en vos cada vez que pasa un avión y sos la excusa para que pose para una foto " es para la prima Sofi")

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